Precio Comprar Calefacción. Los mejores productos del momento. Te mostramos la mejor selección de aparatos y sistemas de climatización.
Uno de los aspectos más importantes para hacer acogedor un espacio es la temperatura ambiente que posee. Es por ello que resulta imprescindible comprar calefacción para el hogar como método efectivo para combatir los efectos que producen los días más fríos del año.
La calefacción se ha convertido en una necesidad imperante, en especial en los países donde el invierno arrecia, obligándonos a estar en casa por fuertes nevadas. La compra de un calentador para el hogar es un proceso que no puede tomarse a la ligera, pues depende de una gran cantidad des aspectos importantes como el presupuesto disponible, el tamaño del piso, el tipo de calentador que más conviene, entre otros.
Es por ello que te presentaremos una pequeña guía relacionada con el costo de la calefacción y otros aspectos importantes de este servicio que debemos tomar en consideración siempre.
¿Cuánto cuesta la calefacción en casa?
El precio que se paga por instalar la calefacción en casa depende del tipo de calefactor que se ubique, el sistema de alimentación que se elija, su potencia, la empresa contratada para el servicio, la dificultad de instalación, entre otros.
Otro punto importante a la hora de instalar la calefacción en el hogar es el horario en el que la usamos, pues tenemos que elegir un sistema que cubra nuestras necesidades de climatización sin aumentar los montos por el pago del servicio de alimentación que seleccionamos.
Invertir en la calefacción es algo importante, pues debemos hacer una elección entre diversos sistemas, la calidad del servicio que brindan y el gasto que reflejan al usarlos.
Las dos opciones que más tendencia reflejan hoy en día son la eléctrica, por la eficiencia de consumo, así como la de gas natural, que es mucho más económica que la anterior.
Ahora bien, también existen sistemas de calefacción con los que se puede hacer una recuperación de la inversión inicial, como el suelo radiante y las calderas de biomasa, tomando en consideración que estas últimas son costosas, pero no tanto cuando el uso es medio, mientras que el suelo radiante es caro en su instalación, pero no en su consumo.
Diferentes tipos de calefacción
Los tipos de calefacción que existen se clasifican dependiendo de la fuente de energía que utilizan, tales como:
Calefacción eléctrica
La calefacción eléctrica se refiere a un tipo de calefacción muy demandado últimamente, por lo que solemos encontrarlo en muchos hogares de España. Utiliza energía limpia, por lo que es mucho menos contaminante que otros tipos de calefacción disponibles en el mercado actual.
Este tipo de calentador funciona por medio de calderas eléctricas, que trabajan con una potencia energética monofásica de 220 voltios o trifásica, de 380 voltios. Son potencias bastante altas con las que se obtiene tanto climatización como agua potable caliente.
Antes de instalar este tipo de chimenea es necesario aumentar la potencia eléctrica contratada, solicitud que se realiza en la empresa que suministra el servicio. Para ello puede requerirse un pago extra, dependiendo de la compañía.
Las calderas eléctricas prescinden del uso de bombonas o la emisión de sustancias que pueden resultar tóxicas para nuestra salud. Su única desventaja es que no es costosa en su instalación, pero sí produce un incremento en la factura de electricidad al mes.
Calefacción por gas
Más del 30% de los hogares españoles utilizan este sistema de calefacción, por lo que representa uno de los más populares en el país. Funciona por medio de bombonas de gas butano o a través del suministro de gas natural que tienen muchos hogares.
En caso de tener gas natural, éste es el mecanismo más adecuado, pues resulta mucho más económico. Este sistema funciona instalando calderas así y radiadores de agua en la vivienda. Suele ser mucho más económico que la calefacción por electricidad.
Cuando se utiliza por medio de gas butano la situación no resulta tan ventajosa, tomando en consideración que provocan dependencia de bombonas y que suelen emitir un olor fuerte que también es tóxico, por lo que exige una ventilación constante y el control frecuente por parte de los técnicos.
Calefacción radiante
Es un tipo de calefacción al que también se le conoce como hilo radiante. Representa una buena alternativa si cuentas con el dinero suficiente para hacer una inversión inicial considerable o si estás haciendo una reforma en tu hogar.
Sin embargo, antes de decidirte por la instalación de este tipo de calefacción es importante que consideres el hecho de que exige una altura de diez a doce centímetros, por lo que necesitas hacer un estudio previo del lugar.
Es un tipo de calefacción que usa una temperatura de impulsión de agua que oscila entre los 30 y 45 grados, que es muy cercana a la ambiental, por lo que las pérdidas se reducen considerablemente, resultando bastante eficiente, en especial si se combina con otra forma de generación de calos como la energía solar o geotermia. Además, la calefacción de piso radiante es amigable con el medio ambiente, pues no provoca contaminación alguna; incluso tampoco genera estratificación o sequedad en el ambiente.
Sin embargo, tiene una desventaja, y es que su inversión inicial es un poco costosa, pero puedes recuperarla a corto plazo. Además, su instalación exige un trabajo de remodelación, por lo que los expertos recomiendan colocarla en viviendas que están en construcción o reforma.
En cuanto al mantenimiento de este tipo de calefacción, también resulta algo costoso, por lo que debes considerar este aspecto antes de decidirte por esta alternativa de calefacción.
Bomba de calor
Es uno de los más novedosos métodos de calefacción que existen hoy en día. Se refiere a un mecanismo a través del cual un aparato absorbe la energía que está en el agua, el aire o la tierra para emanarla en el interior de un espacio, a fin de calentarlo.
Una de sus grandes ventajas es que también hace el trabajo de refrigeración; es decir, capta el calor presente en el interior del lugar y lo envía al exterior de éste. Por tanto, es un artefacto funcional tanto en invierno como en verano.
Aun cuando funciona con electricidad, la bomba de calor no requiere mucha energía para funcionar, representando una opción idónea para calentar una habitación rápidamente.
La desventaja que presenta este método de calefacción es que no hace una distribución equitativa del calor, sino aclimata un área específica de la vivienda. De lo contrario, la calefacción se dispersa rápidamente.
Otro punto a considerar es que este tipo de calefacción no es un mecanismo idóneo para aclimatar viviendas en las que las temperaturas se ubican por debajo de cuatro grados, pues en esa condición su rendimiento comienza a ser deficiente, incluso llega a trabajar a la mitad de su capacidad.
Esto ocurre porque al descender el termómetro puede formarse una pequeña capa de hielo en la unidad exterior, lo que conlleva a que el aparato se apague y deje de calentar como lo hace normalmente.
Pellets o chimeneas eléctricas
Los pellets representan una de las opciones de calefacción individual más económicas y efectivas que existen en el mercado hoy en día. Y es que son artefactos que calientan una habitación mientras cumplen una función decorativa bastante interesante.
Existe una gran variedad de pellets o chimeneas eléctricas que vienen con diseños muy atractivos, por lo que son idóneos para ubicarlos en oficinas, salas, comedores, hasta habitaciones.
¿Por qué es importante la calefacción?
La importancia que tiene la calefacción radica en el hecho de que es un mecanismo que nos permite mantener una temperatura agradable dentro de la vivienda, lo que facilita que nuestro cuerpo tenga una temperatura adecuada para estar saludables y cómodos.
Además, la calefacción ayuda a mantener en buen estado la estructura del hogar, evitando así la aparición de humedades y otros problemas propios de los climas fríos.
La mayoría de los sistemas de calefacción también ofrecen el servicio de agua caliente potable, algo que resulta sumamente importante para poder realizar nuestro aseo personal y el de nuestra vivienda sin sufrir por el frío del agua.
El confort y bienestar que proporciona una buena calefacción en el hogar son inigualables. Por tanto, trabajar, comer, dormir, entre otras cosas básicas y cotidianas se hacen mejor a una temperatura adecuada. De lo contrario, sufrimos dolores en las articulaciones como consecuencia del frío intenso, lo que nos dificulta la movilidad.
Cuando se debe poner la calefacción
El momento en el que debemos o no usar el sistema de calefacción que tenemos instalado en casa depende de varios factores como: si es individual o centralizada, pues en el primer caso, tú puedes decidir tanto la temperatura como el horario en el que deseas calentar el lugar.
Por su parte, cuando la calefacción es centralizada, los grados de temperatura y los horarios se establecen según el Proyecto de Real Decreto que regula la climatización individual.
Las personas que usan la calefacción por gas natural pueden hacer uso de este servicio a cualquier hora del día, mientras que las que tienen calefacción eléctrica pueden encenderla durante la noche porque es más económica. De hecho, lo más recomendable es ubicar un termostato que controle la temperatura en cada área de la vivienda.
Contrario a lo que muchos usuarios suelen opinar, no es recomendable dejar encendida la calefacción todo el día o toda la noche, pues lo más adecuado es utilizarla solo en los momentos en que estás en casa. De esa forma, reducirás los montos a pagar en las facturas de los servicios cada mes.
Otro aspecto importante en cuanto al uso de la calefacción es la temperatura más óptima para todos, la cual se ubica entre los 21 y los 23 grados, según las recomendaciones que hacen los expertos.
Además, es muy importante que te asegures de que el aislamiento de la vivienda es óptimo; de lo contrario, uses la calefacción que uses, ninguna logrará calentar lo suficiente el lugar por la fuga frecuente del calor emanado por el aparato.
Precios de calefacción
La calefacción de un hogar tiene un precio que depende directamente del sistema que se ha instalado en la vivienda. No obstante, tomando en consideración los precios actuales de los servicios, el gas es el más económico, seguido del butano y el gasóleo, así como la energía eléctrica.
Para que tengas una idea de cuánto cuesta la instalación y el consumo de la calefacción en el hogar, te mostraremos algunas referencias importantes para una vivienda de entre 80 y 90 metros cuadrados, con buen aislamiento y orientación en una zona cálida y cuyos habitantes no superen las cuatro personas.
Cuando hablamos de calefacción eléctrica con radiadores, su instalación puede superar los 300 euros, mientras que el consumo anual puede ubicarse en los 2500 euros.
En caso del mecanismo de calefacción por gas natural de condensación, que funciona con radiadores de agua, el costo de la instalación es superior a los 2500 euros, mientras que el consumo anual se ubica sobre los 800 euros.
Por su parte, el sistema de calefacción por biomasa y que trabaja con radiadores de agua, el precio de la instalación es de unos 3000 euros, mientras que el consumo anual registrado supera los 750 euros.
Como puedes observar, algunos mecanismos nos obligan a hacer una inversión inicial alta pero el consumo que registran al año es bajo, mientras que otros de inversión baja, como la calefacción eléctrica, suelen tener un costo mucho más elevado al año.
En todo caso, lo más recomendable es hacer un uso muy consciente y eficiente del servicio de calefacción, para evitar el pago excesivo del método de alimentación con el que funciona. Ajusta los hábitos de consumo de todas las personas que viven en la misma casa y así lograrán un ahorro considerable.
Contar con un sistema de calefacción, individual o centralizado, es una de las prioridades de los ciudadanos hoy en día, pues representa un método de preparación previa a los días más fríos del año propios del invierno.
La ventaja es que contamos con muchas opciones para ello. Lo importante en este caso, es seleccionar el tipo de calefacción que se adapta a nuestras necesidades y la de nuestro hogar.
